lunes, 15 de diciembre de 2014

CANTS DE TREBALL

CANT DE BATRE MALLORQUÍ

  • Hace 1 año
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En la Corona de Aragón se han conservado unos cantos relativos a la labor agrícola la mar de interesantes y "recónditos", y como tantos otros tesoros de nuestra música tradicional, se encuentran ocultos gracias, mayormente, a que los medios no se ocupan de dar a conocer y difundir este patrimonio. Especialmente en las islas Baleares, y con prolongaciones en Cataluña y Valencia, los cants de treball o tonades de feina (conocido este último término en Mallorca) nos recuerdan la labranza y la siega, así como el pastoreo, con letras y melismas que evocan el oriente Mediterráneo a través de unos tonos que coinciden con algunas formas folclóricas andaluzas, tales como las trilleras de Torredonjimeno (Jaén):



o las saetas de Semana Santa:




Así las cosas, se demuestra una vez más la conexión tan grande que hay entre las diversas manifestaciones musicales hispánicas.

Tradición es transmisión. Y a día de hoy, por desgracia, estando arruinada nuestra agricultura, pesca y ganadería, y estando atacadas las familias desde el estado, poco de eso hay. Con todo, todavía siguen en pie, y más en las muchas veces olvidadas islas españolas, estos atavismos de los cuales hay constancia hace siglos, en especial desde el XVIII. Y es que el folclore balear es uno de los grandes desconocidos. En verdad, todavía la mayor parte del folclore español, reiteramos, siempre interconectado y en interacción, no está bien conocido en verdad por mor de tópicos y manipulaciones, amén de desidias. Con todo, por eso nos ponemos siempre manos a la obra unos servidores de ustedes, y por la Península y las islas, y por todo el mundo hispano de América, mostraremos y defenderemos nuestras raíces y esencias. Ahora, vámonos por el Mediterráneo, radicando principalmente en Mallorca. Pasen y oigan:













jueves, 11 de diciembre de 2014

SEGUIDILLAS MANCHEGAS

Recopilación y comentarios a cargo del historiador Antonio Moreno Ruiz



-Y vamos de norte a sur y con lo que haga falta por nuestras Españas. Las seguidillas, canciones españolas tan características como animadas, acompañadas de efusivas y bonitas danzas, están extendidas por toda la Piel de Toro y tal cual llegaron a las Islas Canarias y también saltaron hacia América:




Algunos disputan sus orígenes entre Andalucía y La Mancha. Nosotros sin embargo creemos que pertenecen a un acervo hispánico común, ya que seguidillas y jotas, aun con diferentes formas, están repartidas por toda la etnomusicalidad española. Y asimismo en las seguidillas vemos una evidente relación con el fandango y el bolero, géneros que también conectan desde Iberia al Nuevo Mundo.

Castañuelas, guitarras, bandurrias, laúdes y almireces pueden acompañar unas letras que, ante las cosechas y las fiestas patronales, suelen tratar temas amorosos, jocosos o agrícolas, siendo el baile por parejas, y siendo la métrica de rima corta y constante; lo cual es una suerte de atavismo en la historia de nuestra poesía, como refería el gran historiador Ramón Menéndez Pidal, y que a su vez, coincide entrañablemente con los esquemas de las jarchas mozárabes y las cantigas galaico-portuguesas.

Y concretando en La Mancha, se considera que estas seguidillas son el antepasado de las sevillanas, las cuales a su vez, como la marinera y la zamacueca del Perú, las verdiales malagueñas o los trovos alpujarreños, están teñidas de fandango antiguo; por lo que al final, todo acaba quedando en nuestra hispana casa.

Así las cosas, quedémonos en quijotescas tierras y disfrutemos de su rico y característico sabor:











XIRINGÜELU

Recopilación y comentarios a cargo del historiador Antonio Moreno Ruiz



-Y aquí venimos con esta música popular asturiana, cuyo nombre hace alusión al movimiento, pues eso significa "xiringar" (moverse, agitarse). Como tantas otras músicas españolas, fue a ver la luz en el siglo XVII, en un período fecundísimo de nuestra cultura. El xiringüelu concretamente es propio de las romerías, conllevando gaita y tambor, y es curioso cómo las gentes del noroeste de España han extendido esta bella costumbre bajando en la repoblación, pues no en vano en la Baja Andalucía tenemos el tamboril y la flauta rociera: 




Con todo, dan ganas de zambullirse en el agosto asturiano, allá en el Práu Salcéu, dentro de la vega de Forcinas, a los pies del río Nalón, para disfrutar en vivo y en directo de estos hermosos arquetipos sonoros. Desde aquí les invitamos a que pasen y oigan: