domingo, 6 de noviembre de 2016

LAÚDES Y BANDURRIAS



Por Antonio Moreno Ruiz
Historiador y escritor

Albergo la intuición de que, hasta principios del siglo XIX, las músicas andaluzas y criollas deberían sonar parecidísimas, y que ese poso se ha conservado hasta hoy en las islas Canarias. Ojalá pueda seguir investigando y redescubriendo, pero imágenes como éstas, ante laúdes o bandurrias, van confirmando lo que defiendo, basado en hechos donde la musicología actúa como agente histórico y antropológico.


Es una pena que estos instrumentos hayan desaparecido de la Baja Andalucía o del criollismo peruano, por ejemplo. Sin embargo, se conservan en Granada, Canarias o Portugal.




Con todo, lo que demuestran los hechos es que los "puristas", ya sean en la música, en la política o etc., al final lo que hacen es destrozarlo y desnaturalizarlo todo, porque no les interesa la historia, la identidad o la esencia, sino su desquiciado mimbre ideológico artificial. Por eso, por desgracia al flamenco apenas le doy una generación de vida, si es que al 99% de esta música de voces de borricos resfriados que parecen cantar para drogatas (¡y encima en nombre de la pureza!) ya puede ser llamado flamenco...

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